Muchuak?

Tuesday, August 29, 2006

Zombis, Tamagochis y la resistencia

Había logrado escapar de la vista de los secuaces de K. Cansada de tanto pedalear, la teníamos a S. apoyada sobre una pared. Ahora paremos el reloj, paremos el tiempo y la cadena de acciones, observemos esta imagen un rato. En medio del inminente peligro, consigue un momento de tranquilidad, algo así como encontrar una flor en el medio de la nieve, si bien yo en realidad creería que es mas acertado compararla con encontrar un pedazo de nieve entre muchas flores, pero no voy a ahondar en el tema ahora. Entonces tenemos un rostro cansado, estresado pero relajado y obviamente distraído. Tiene las manos en sus bolsillos. Juguetea con el contenido y en ese instante congelado está sosteniendo el Tamagochi. S. está totalmente indefensa.
Se libera el reloj, el tiempo y la cadena de acciones...
Al apoyarse sobre la puerta del bar, una mano agarró a S. del hombro y la metió adentro. La puerta se abrió y cerró tan velozmente, que si uno hubiera estado observando a S en ese momento, con sólo parpadear habría pensado que ella había desaparecido.
¿Qué podíamos encontrar adentro? Es difícil dar una respuesta satisfactoria a esa pregunta. Si nos ponemos en la perspectiva de S., lo que podemos decir es que nos encontramos en una total oscuridad, con un sinnúmero de rostros grises iluminados por el doble de ojos que la miran desconfiados (quizás no sean exactamente el doble, puede que haya algún tuerto o un cíclope, pero también cabe la posibilidad de que haya alguien con tres ojos, así que quién-te-dice).
Ahora desde mi perspectiva les puedo decir, S. había caído en manos de la resistencia. Caído-en-manos-de suena mal, pero lo decía en un sentido mas bien literal. Cuando se apoyo contra la pared para descansar la agarraron con las manos y con el tirón hacia adentro, la sentaron de culo en el piso...había caído. El sinnúmero de rostros en realidad eran digamos que cinco, y en efecto había un tuerto y otro con tres ojos, así que si diez ojos la habían mirado con desconfianza. El que mas importa era el mas inteligente de la brigada, un tal Ernesto, que a S. le había parecido recordarlo de algún lugar, sentía como si había visto su cara un millón de veces antes. Este le dijo que prefería ser llamado El Manco, a lo que S. miró un tanto confundida ya que tenia ambas manos. El Manco notó la expresión en la cara de S. y le explico que seguramente le iban a terminar cortando las manos. Los otros cuatro no tenían nada para señalar, mas que el tuerto y el de los tres ojos, que eran la confirmación del viejo dicho: Incluso con el tuerto se pueden sumar cuatro ojos.
El Manco le contó a S. quienes eran y que es lo que hacían, que la venían siguiendo de hace un rato, que sabían lo que estaba haciendo, y que el que le había dicho "quien sos vos cuatro ojos" es un poco lento y nunca esta al tanto de lo que está pasando.
-¿Entonces ustedes saben de mi Tamagochi?
-Sabemos que llevas algo... algo que puede derrotar a K. y su maléfico plan para conquistar el mundo.
- Es un chip que me robe cuando trabajaba en una de sus oficinas, y tiene archivos con conversaciones enteras por MSN en las que K. explica su plan.
-¿Por qué andaba K. explicando su plan por chat?
-Es que estaba tratando de seducirme
-¡Qué idiota!
Ahora que S. estaba en contacto con la resistencia sentía que las probabilidades de derrotar a K. eran mayores, si bien no eran un equipo SWAT, tampoco eran la bonaerense.
-Pero ¿cómo vamos a adentrarnos en la coronación de K. antes de que la ceremonia termine? ¿cómo vamos a desenmascarar su plan?
-No lo sé, no lo sé, tenemos que idear una manera de ser considerados unos zombis mas...
-¿Zombis?
- Si, si, es como les decimos a los secuaces de K. Pero antes que planear el asalto al Kastillo, dejame hacer una copia de los archivos que llevas en tu Tamagochi, así de paso revisamos la información a ver si encontramos algo que nos ayude.El Manco revisa las conversaciones del chat. Piensa para el mismo: "¿Qué carajo quiere decir muchuak?"

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